Cambio de moneda en Cantabria
Hay pocas comunidades autónomas en España con una variedad paisajística como la que tiene Cantabria: altas montañas, preciosas playas, pueblos llenos de encanto… Y por supuesto la elegancia natural de la capital, Santander.
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Las costas cántabras están salpicadas de playas espectaculares como la de Valdearenas en Liencres, Langre o Trengandín en Noja. Las localidades del litoral atraen a no pocos visitantes, tanto en invierno como en verano. Algunos buenos ejemplos de pueblos marineros con encanto serían San Vicente de la Barquera, Comillas, Santoña o Laredo, por citar solamente los más conocidos.
Siempre verde, el interior de la comunidad autónoma cántabra nos sorprende con colosales montañas, cuevas escondidas y profundos valles. La naturaleza en todo su esplendor. En estos parajes de ensueño muchos pueblos pintorescos esperan a ser descubiertos por el viajero: Potes, Liérganes o Santillana del Mar son algunos de los imprescindibles, aunque la lista podría ser mucho más larga.
Santander
No es exagerado afirmar que Santander es una de las ciudades más bonitas de España, sobre todo si ponemos el acento en la zona del Sardinero y la península de la Magdalena.
Tanto en verano como en invierno, todos los visitantes se dejan caer por las playas del Sardinero, tal vez la estampa más bella de la capital cántabra. A lo largo del paseo encontramos aquí bellos edificios como el histórico Hotel Real o el Gran Casino, además de rincones encantadores como los Jardines de Piquío y el Faro de Cabo Mayor, donde se termina la playa y empiezan los acantilados.
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Mención aparte merece el Palacio de la Magdalena en Santander, situado en la península del mismo nombre. Este bellísimo edificio fue durante muchos años la residencia de verano de los Reyes de España. Actualmente es propiedad del ayuntamiento y alberga exposiciones y variados eventos con cierta frecuencia.
Palacio de la Magdalena Santander
En el centro de la ciudad también hay mucho que ver. Algunas visitas recomendadas son la Catedral de Santander, el Mercado de la Esperanza, las murallas medievales y el Museo de Arte Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS), entre otras.
Qué ver en Cantabria
Después de recorrer Santander y conocer todos sus tesoros, es la hora de recorrer Cantabria y descubrir sus preciosos rincones, que son muchos. Esta es sólo una pequeña selección:
Picos de Europa
En el interior de Cantabria se levanta la espectacular mole de los Picos de Europa, montañas que alcanzan alturas de más de 2.500 metros sobre el nivel del mar.
Picos de Europa Cantabria
El rincón más visitado de este macizo montañoso es el Valle de Liébana, donde se encuentra el Teleférico de Fuente Dé, inaugurado en 1966. Viajar en él es una experiencia tan fascinante como vertiginosa, ya que en poco menos de cuatro minutos salva un desnivel de 753 metros. Arriba se encuentra el espectacular mirador, con vistas que cortan el aliento.
Santillana del Mar
Hay muchos pueblos bonitos por descubrir en Cantabria, pero sin duda el primero de la lista tiene que ser Santillana del Mar y su atmósfera medieval. Allí nos espera un encantador dédalo de calles empedradas, edificios históricos, talleres artesanos y restaurantes donde degustar lo mejor de la gastronomía cántabra.
Santillana del mar calle del Cantón
Como anécdota, hay que reseñar que Santillana del Mar es también conocida jocosamente como “la localidad de las tres mentiras”, ya que ni es santa, ni es llana, ni está cerca del mar.
Cueva de Altamira
La llamada “Capilla Sixtina de la Prehistoria” es uno de los grandes tesoros del patrimonio histórico cántabro, español y europeo. Por desgracia, las visitas a la Cueva de Altamira están fuertemente restringidas a fin de evitar el deterioro de sus pinturas, elaboradas por los primitivos seres humanos que habitaron estas tierras hace casi 20.000 años.
Cuevas de Altamira pintura rupestre
No obstante, existe una alternativa: visitar el Museo de Altamira, donde se encuentra una réplica exacta de la cueva y sus pinturas. Esta “neocueva” se encuentra a sólo dos kilómetros de Santillana del Mar y cada año recibe a más de 250.000 visitantes.
Parque de Cabárceno
Considerado por muchos como el mejor parque zoológico de España, Cabárceno tiene una estructura muy diferente a la de otros recintos de este tipo. Allí los animales habitan en espacios abiertos enormes, de modo que se diría que las grandes especies viven en un régimen casi de libertad, bajo el cuidado constante de un equipo especializado.
Cantabria Parque Cabárceno
Los animales más famosos del parque, esos que todo el mundo quiere ver, son los osos pardos. En Cabárceno viven unos 80 ejemplares.
Cantabria en cifras turísticas
Según datos del Instituto Cántabro de Estadística (ICANE), la comunidad autónoma cántabra recibió en año pasado cerca de 3,5 millones de visitantes, con un ligero predominio del turismo nacional por encima del extranjero. De ellos, aproximadamente una tercera parte llegó por vía aérea a través del Aeropuerto de Santander.
El gasto medio de estos visitantes se situó en 43,4 € por persona y día en caso de los españoles y 98 € en el caso de los extranjeros.
Santander, el Valle de Liébana y los Valles Pasiegos son los destinos predilectos de los visitantes. Hay que tener en cuenta que en Cantabria tiene un gran peso el turismo rural, cuya importancia se puede equiparar a la del turismo urbano y el de sol y playa.
Casas de cambio en Cantabria
Si vas a cambiar moneda en Cantabria…. tendrás que recurrir a un banco o una casa de cambio (presencial o de envío a domicilio de la moneda extranjera si es lo que quieres comprar), ya que el aeropuerto de Santander-Seve Ballesteros no ofrece un servicio de cambio de moneda en sus instalaciones (ofrece cajero y una «oficina virtual del Banco Santander«, es decir una pantalla).
Por una parte, no te recomendamos cambiar en tu banco en Santander y Cantabria porque prácticamente todos te cobran un tipo de cambio y además una comisión cercana al 3% de lo que cambies con un mínimo de 6 a 9 euros. Es decir, que si cambias 1000 euros a dólares, por ejemplo, te “cascan” 30 euros de comisión además del tipo de cambio (como muestra el BBVA). Si tienes curiosidad, aquí te explicamos cómo funciona el cambio de moneda en tu banco.
Por lo tanto, te quedaría el recurso a las casas de cambio. Y aquí se te abren dos opciones:
- Cambio presencial en una oficina física a pie de calle. En el mapa te abajo te señalamos la oficina que Money Exchange tiene en Santander en la calle San Luis. Fuera de esta, no hay ninguna casa de cambio que conozcamos (si es así contáctanos por favor para actualizar este post).
Aunque inicialmente esta oficina está pensada para comprar moneda a los turistas (ingleses, norteamericanos, etc.), a cambio de euros, estas oficinas también te ofrecen la venta de moneda extranjera para tus viajes. Pero si tu moneda es distinta del dólar americano o de la libra esterlina, te recomendamos reservar online previamente para asegurarte el stock antes de ir a la oficina.
- Las cosas así, la mejor opción es pedir tu moneda online y recibirla a domicilio con Ria, Eurochange, Money Exchange o iCambio (usa el código CAMBIATOR para obtener un descuento). Las cuatro entidades colaboran con Cambiator, lo que demuestra que son transparentes sobre sus precios.
En cuanto al precio, si vives en Santander y vas a viajar al extranjero, te recomendamos comparar con nosotros el precio de las casas de cambio con el de tu banco y no cambiar en el aeropuerto por el que salgas (si lo haces por Madrid-Barajas o por Barcelona El Prat). La razón es sencilla, las oficinas de cambio a pie de calle o sus páginas web con envío de dinero a domicilio son más baratas que el aeropuerto y no te cobrarán una comisión (al menos si reservas online la moneda y la recoges en la oficina después), cosa que sí hacen la mayoría de bancos de Santander.
Y si eres un turista que llega a Santander desde el extranjero, el único recurso que tienes es acercarte a una oficina de cambio de las que te señalamos en el mapa de arriba.
Cantabria en un frase
Las altas montañas de Cantabria y sus paisajes han inspirado a muchos poetas y escritores a lo largo de la historia. Uno de ellos fue el santanderino Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912). En su poema “La galerna del sábado de gloria”, escrito en el año 1877, dibuja de forma magistral en apenas tres versos la esencia de estas cumbres nevadas cuya riqueza mineral fue explotada por los cántabros durante mucho tiempo:
Puso Dios en mis cántabras montañas
auras de libertad, tocas de nieve,
y la vena del hierro en sus entrañas.
Otros cambios populares
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