Seguro que en muchas ocasiones, cuando menos en el cine, has oído hablar del pasaporte diplomático. Este es un documento de viaje especial que solamente pueden utilizar los representantes internacionales de un país y su familia inmediata.
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Ser el poseedor de un pasaporte diplomático significa disfrutar de algunos beneficios interesantes a la hora de viajar. No obstante, esos beneficios están asociados a ciertas responsabilidades, ya que, como veremos, no todo el mundo puede acceder a tener uno de estos documentos.
¿Quién tiene derecho a poseer un pasaporte diplomático?
Lo cierto es que este documento no está precisamente al alcance de cualquiera. En el caso de España, en cuanto a qué personas tienen derecho a obtener este pasaporte especial, esto es lo que dice la ley (Real Decreto 1023/1984, de 23 de mayo, sobre pasaportes diplomáticos):
- Su Majestad el Rey, la Familia Real, el Jefe de la Casa Real, el Jefe del Cuarto Militar y el Secretario general de la Casa Real.
- El Presidente del Gobierno, los ex-presidentes del Gobierno, vicepresidentes, ministros, secretarios de Estado, subsecretarios y el Jefe de Protocolo del Estado.
- Los Presidentes del Congreso y del Senado. También los Presidentes del Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, Consejo de Estado y Tribunal de Cuentas del Reino.
- El Jefe del Estado Mayor de la Defensa.
- El Gobernador del Banco de España.
- Los Embajadores de España y a los miembros de la Carrera Diplomática, así como a los miembros de las Misiones Diplomáticas de España destinados en las mismas en calidad de personal diplomático.
También es posible expedir pasaportes diplomáticos de manera excepcional a los altos cargos en la Administración del Estado que sean nombrados para misiones puntuales en el exterior, eso sí, con un periodo de validez limitado a lo que dure la misión.
Este pasaporte se amplía de igual modo a los familiares de los titulares, siempre que estos convivan con ellos en el extranjero y solamente si las condiciones del país de destino requieren que este documento sea necesario.
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El Ministerio de Asuntos Exteriores es el único organismo con derecho a expedir este tipo de pasaportes. A diferencia de los pasaportes normales, su validez será de solo dos años, aunque se podrá renovar hasta dos veces. Una vez caducado, el titular tiene la obligación de devolver el pasaporte al Ministerio de Asuntos Exteriores.
Ventajas de los pasaportes diplomáticos
Los titulares de un pasaporte diplomático gozan de ciertas ventajas a la hora de viajar
Entre otras cosas, los titulares de pasaportes diplomáticos pueden disfrutar de ciertos privilegios que no tienen los titulares de los pasaportes convencionales. Por ejemplo, al viajar disponen de acceso a los canales diplomáticos de los aeropuertos, lo cual supone evitar molestas colas y largas esperas.
Además, un pasaporte de este tipo concede a quien lo lleve encima inmunidad diplomática, por lo que en general exime a su portador de tener que pasar por el control de aduanas en aeropuertos y puestos fronterizos.
¿Cómo obtener un pasaporte diplomático?
No existe ningún procedimiento establecido para solicitar la concesión del pasaporte diplomático, al menos en España.
Como indicamos al principio del post, solamente algunas personas en función de su cargo pueden beneficiarse de tener un pasaporte de este tipo. Y siempre bajo el control y supervisión del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Normativa relacionada
La normativa que regula los pasaportes diplomáticos data de 1931 y para adecuarla a los dos Convenios de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1961) y sobre Relaciones Consulares (1963) en 1984 se publicó el Real Decreto 1023/1984, de 23 de mayo, sobre pasaportes diplomáticos (ver online).
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